lunes, 12 de abril de 2021

Boudica │ La reina guerrera que puso en jaque al ejército romano.

 




Boudica (también conocida como Boadicea, en latín), famosa por su icónica rebelión contra los romanos, fue reina de los icenos . Mujer de fuertes convicciones, hay quien la considera una temprana activista por la libertad femenina. Sin embargo, su historia también la muestra como una brutal y sangrienta guerrera.

Este personaje suele ser considerado una leyenda, pues hasta ahora se sabe muy poco sobre ella. Los datos históricos, acerca de esta reina celta, fueron registrados por los mismos romanos, especialmente por los cronistas Tácito y Dion Casio.

Hoy en día, Boudica cuenta con un lugar relevante en la historia, no solo por poner en jaque a los ejércitos romanos, sino por tratarse de una mujer valiente, con el suficiente liderazgo como para reunir a un enorme número de tropas de diferentes tribus


El nacimiento de la reina

Se cree que Boudica nació en el seno de una familia de alto rango, alrededor del 30 d. C. El lugar de nacimiento de Boudica fue la ciudad de Camulodunum (actualmente Colchester). Su nombre proviene de la reina Celta de la victoria, Boudiga.

Por aquel entonces, estando Claudio en el poder, Roma poseía una gran cantidad de puestos en las islas británicas

Desde muy pequeña, Boudica fue entrenada para la lucha, siguiendo las costumbres celtas, donde todos eran guerreros. Esto marcaba una gran diferencia con las civilizaciones griega y romana, donde las mujeres no eran tomadas en cuenta para el combate.

Dion Casio comenta en sus escritos que Boudica “poseía una inteligencia mayor de la que generalmente tienen las mujeres”. La describe como alta, con una voz áspera, mirada feroz y cabello pelirrojo que le llegaba a la cadera. Asimismo, Dion Casio la detalla con una túnica muy colorida, una capa gruesa ajustada con un broche y adornada adornaba con un grueso collar de oro, que indicaba a quien la viera cuál era su estatus social.

Las mujeres en la cultura celta, en especial las de la tribu de los icenos, nacían libres y con igual derecho que los hombres. Las niñas eran formadas en la educación militar, cultural y social como cualquier otro niño.  

A los 18 años Boudica se casó con Prasutago, rey de los icenos y con el que tendría dos hijas. Estas se convirtieron en legítimas herederas del reino y de todas sus riquezas, ya que tenían el mismo derecho que los hombres a heredar bienes.


La declaración de Guerra de Boudica

Los romanos, con sed de conquista, llegaron a las tierras de Britania de la mano de Julio César por primera vez en el año 53 a. C. Tras diversas incursiones y batallas lograron romanizar a una gran parte de las tribus británicas.

Aunque la tribu de los icenos estaba asentada en la parte este de las islas de Britania, también fueron sometidos al poder romano. Sin embargo, gracias a acuerdos políticos y al establecimiento de un elevado pago de impuestos, lograron mantener cierta independencia de estos. 

Por medio de un pacto, Prasutago, esposo de Boudica, buscó asegurar que su legado continuara siendo de su familia. Para ello prometió dejar la mitad de su herencia a Roma y la otra mitad a sus hijas. 

A pesar de que en un principio los romanos estuvieron de acuerdo, la idea no les convencía, pues sus creencias defienden que la herencia solamente sea permitida mediante la línea de los varones. Por tal motivo, al morir Prasutago decidieron ignorar el pacto y usar la fuerza para apoderarse de todas sus propiedades. 

Para mostrar su poder, los romanos atacaron brutalmente a la icenos, convirtiendo a muchos nobles en esclavos y apropiándose de todas las posesiones del pueblo. Ante estos hechos, Boudica negó someterse a Roma, por lo que fue capturada. 

Los romanos demostraron su desprecio hacia su cultura, desnudándola públicamente mientras era azotada. Además, la obligaron a contemplar la atroz escena de sus hijas siendo violadas por todos los centuriones.

Boudica juró vengarse. Tácito citó las palabras de Boudica:

“Nada está a salvo de la arrogancia y el orgullo de los romanos. Ellos profanarán lo sagrado y desflorarán a nuestras vírgenes. Ganad la batalla o pereced, eso es lo que yo, una mujer, haré”


Boudica, su ejército y su guerra

Boudica conocía el desprecio que las tribus vecinas tenían hacia los romanos debido a los abusos cometidos. Por esta razón, emprendió la tarea de convencer a los clanes y a los caudillos de la región para que se unieran a su lucha. De ese modo, la reina celta logró reunir un ejército de entre 120.000 y 200.000 guerreros.

La oportunidad se le presento a Boudica cuando el general de Britania, Cayo Suetonio Paulino, se encontraba en una expedición en el norte de Gales. El primer objetivo de Boudica fue la Camulodunum. Esta ciudad se había convertido en el epicentro del imperio romano en Britannia.

El sentimiento de ira y venganza por parte de las tribus icenas se dejó ver en aquella batalla. Para defender la ciudad, el procurador Cato Deciano envió desde Londinium (actualmente Londres) a 200 hombres para reforzar las defensas. Todos ellos murieron a cuchillo. 

De igual modo, la IX Legión (la «Hispana»), que contaba con aproximadamente 2.500 hombres, también cayó en manos del ejército de Boudica antes de llegar a Camulodumum.

Pero Boudica y su ejército no solo se enfrentaron cruelmente contra los soldados romanos, sino que tomaron la ciudad. Tácito relata que los guerreros icenos saquearon y prendieron fuego a todo a su paso.  

Los icenos torturaron y asesinaron a millares de prisioneros romanos. Su sed de venganza desembocó en crueles muertes, donde todos fueron sometidos a torturas con fuego. El cronista Dión escribió cómo los prisioneros romanos fueron empalados con pinchos ardientes y abrasados vivos. 

El propósito era claro, no dejar ningún rastro de los romanos en Camulodumum, por ello arrasaron todo con fuego. Así fue destruido el mayor templo Romano construido en Britania por Claudio. Aquello simbolizó para los icenos la caída de la opresión. 

Tras esa primera batalla, la siguiente ciudad en su mapa de conquista fue Londinium, la actual Londres.
Quinto Petilio Cerealis intentó por proteger la ciudad, reuniendo diversos destacamentos de la Legión IX Hispana con la intención de plantarle cara a la batalla. Sin embargo, el ejército de Boudica había crecido considerablemente, hasta el punto de lograr derrotar a los romanos. 

El único sobreviviente de la feroz batalla fue Petilio, junto con algunos soldados de la caballería. Al ver lo que se avecinaba, el procurador Cato Decian, no dudo en huir a la Galia.El general Suetonio Paulino fue llamado a defender el puesto romano. Sin embargo, al llegar a la ciudad consideró que no había forma posible de defenderla, por lo que decidió abandonarla junto a sus ciudadanos. 

En Camulodumum, Boudica y sus guerreros tomaron y destruyeron la ciudad, acabando con las vidas de  todos los habitantes que habían sobrevivido. Sin tomar respiro, asaltaron el vecino municipio de Veralamium (Saint Albans), donde fueron asesinadas aproximadamente unas setenta mil personas. 

Tácito relata que los guerreros “se apresuraban no a tomar cautivos y a venderlos, ni a ningún otro comercio de guerra, sino a la matanza, a levantar patíbulos, hogueras y cruces". Los icenos no querían tierras, solo querían hacer justicia por la sangre derramada de sus familias. 


El final de Boudica

El momento llegó, Boudica y el general Suetonio se enfrentaron en la batalla de Watling Street. Aunque no se tiene la ubicación exacta del lugar, se estima que se encuentra en los alrededores de Mancetter, en la frontera entre Warwichshire y Leicestershire.

Para vencer a Boudica, Suetonio escogió estratégicamente el campo de batalla; una llanura a la que se puede llegar por unos estrechos acantilados. De esta manera, crearon una ventaja para que los icenos no les rodeasen. 

Resultó ser una dura contienda, donde entre 120.000 y 230.000 hombres icenos superaban por número a 10.000 legionarios romanos. Sin embargo, tanto la estrategia romana como el lugar escogido para la batalla los colocaron en igualdad de condiciones. Tácito lo describió como el «mayor ejército que se hubiera reunido jamás».

Al alba, los icenos ya se encontraban formados y listos para la batalla. Suetonio ordenó a sus tropas tomar escudos, espadas y lanzas para formarse en filas de siete, de manera que quedaran dos soldados por cada rebelde. 

    


Tácito dejó registrados en su obra los discursos de Boudica y de Suetonio. Describió en primer lugar a la reina celta desde un carro y con sus hijas, desfilando frente a sus tropas:

“Pero ahora no es como una mujer descendiente de un linaje noble, sino como una persona que estoy vengando la libertad perdida, mi cuerpo flagelado, la castidad de mis hijas ultrajada. La lujuria romana ha ido tan lejos en nuestras personas, ni siquiera la edad o la virginidad quedan sin mancha. Pero el cielo está del lado de una justa venganza, una legión que se atrevió a luchar ha perecido, el resto se está escondiendo en su campamento, o está pensando ansiosamente en huir. No sostendrán ni el alboroto y el grito de tantos miles, mucho menos nuestra carga y nuestros golpes. Si pesan bien la fuerza de los ejércitos y las causas de la guerra, verán que en esta batalla ustedes deben conquistar o morir. Esta es la resolución de una mujer, en cuanto a los hombres, pueden vivir y ser esclavos.”


Por su parte, Suetonio en su discurso exigió a sus soldados tener valor frente al ejército de mujeres que tenían los britanos: 

“Ignorad los clamores de estos salvajes. Hay más mujeres que hombres en sus filas. No son soldados y no están debidamente equipados. Les hemos vencido antes y cuando vean nuestro hierro y sientan nuestro valor, cederán al momento. Aguantad hombro con hombro. Lanzad los venablos, y luego avanzad: derribadlos con vuestros escudos y acabad con ellos con las espadas. Olvidaos del botín. Tan sólo ganad y lo tendréis todo.”

Los icenos dieron inicio a la batalla atacando primero, pero la estrategia de la formación romana hizo caer sobre ellos una lluvia de lanzas, causando un considerable número de bajas en las primeras filas. 
La confusión se apoderó de los icenos, que retrocedieron ante los romanos. Estos, sin embargo, seguían avanzando hacia ellos. La experiencia militar de los soldados de Suetonio fue su mayor ventaja. Aquel día dieron fin a la rebelión celta. 

Los rebeldes sobrevivientes que no lograron escapar a la matanza fueron tomados como prisioneros. Mientras que sobre el destino de Boudica existen dos versiones:

Tácito, en su relato, apunta que Boudica logró sobrevivir a la batalla, junto a sus dos hijas. Se escondieron en el bosque y tomaron veneno para morir antes de que las capturaran

Por su parte, Dion Casio cuenta otro final de su historia, afirmando que nunca fueron encontrados los cuerpos de Boudica y de sus hijas, por lo que no se podría afirmar que realmente murieran en el bosque o en la batalla. 

Boudica, la reina guerrera que puso en jaque al ejército romano. Su sed de venganza hizo que arrasara con todo, y con todos, a su paso.

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https://es.wikipedia.org/wiki/Boudica

https://www.muyhistoria.es/curiosidades/preguntas-respuestas/iquien-fue-boudica  

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/boudica-rebelion-reina-guerrera-britania-contra-roma_15905

https://revistadehistoria.es/boudica-la-venganza-de-una-reina/

https://www.abc.es/historia/abci-boudica-reina-britana-sedienta-venganza-aniquilo-80000-civiles-antes-vencida-legiones-romanas-201607081856_noticia.html



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