miércoles, 25 de febrero de 2015

El enigma de Rennes-le-Château: La descendencia de Jesús.

Rennes-le-Château es una población situada en el departamento de Aude, en el Languedoc (sureste de Francia), muy cerca de la frontera con España. El pueblo ya era conocido en tiempos de los romanos, que acudían a la zona para disfrutar de sus aguas termales. El camino de Santiago pasaba por allí y formó parte de la ruta de los cátaros. Gracias best sellers como El enigma sagrado o El código Da Vinci, este pequeño enclave es un destino frecuentado por turistas curiosos y buscadores de misterios. ¿Qué tiene ese lugar para atraer a toda esa gente? Allí perdura un enigma. Para algunos, un enigma sagrado.

Hallazgo del tesoro

Cuenta la leyenda, que el párroco de la iglesia de Rennes-le-Château, Bérenger Saunière, encontró algo de gran valor. En 1892, el cura decidió realizar una reforma en el altar mayor. El altar se sujetaba por un lado en la pared, y por el otro extremo en una columna de la época visigoda. Al comenzar la obra, Saunière se percató de que la columna estaba hueca. En su interior encontró unos pergaminos manuscritos, introducidos en tubos de madera y sellados con cera. Según la fuente que consultemos, pudieron ser de dos a cuatro los pergaminos hallados. Lo cierto es que son dos las reproducciones que se pueden ver en el museo del pueblo.

François Bérenger Saunière


¿Qué valiosa información contenían los pergaminos?

En un principio, los pergaminos no parecen más que meras transcripciones en latín de fragmentos del Nuevo Testamento. Lo que sucede es que, al inspeccionar cuidadosamente los documentos, se pude apreciar la existencia de pequeñas modificaciones (marcas, letras desplazadas…) que nos podrían indicar que los textos están codificados. Parece ser que Saunière se percató de tal cosa, y en 1893 solicitó permiso al obispo Félix-Arséne Billard de Carcassonne para llevar los pergaminos a París, donde serían estudiados por un experto. Los textos fueron revisados por Émile Hoffet, experto en manuscritos antiguos y sociedades secretas. Allí,  Saunière descubrió algo, pero ¿el qué?

Según toda la historia y el misterio que hay montado alrededor de todo este asunto, se afirma que lo que descubrió Saunière fueron unas pruebas capaces de desmontar toda la creencia cristiana. Unos datos que, de salir a la luz, podrían acabar con todo el poder de la Iglesia Católica. Motivo suficiente para que hubiese gente interesada en llenarle los bolsillos de dinero, para que no hablara.

Asmodeo

Y tú, querido lector, estarás pensando: “¿Quieres decirme de una condenada vez qué información consiguió el párroco?” Voy a ello ahora mismo.

En el siglo I, José de Arimatea y María Magdalena pudieron desembarcar en el sur de Francia, portando consigo el Santo Grial, donde José de Arimatea había recogido la sangre de Jesús en la cruz. Es sabido que muchas familias judías se habían establecido en la zona de Rennes-le-Château, cercana al Mediterráneo. Ahora bien, según se teoriza en la obra El enigma sagrado, que sirvió a Dan Brown para documentarse a la hora de escribir El código Da Vinci, lo que descubrió Saunière fue, nada más y nada menos, la descendencia de Jesús en Francia. ¿De dónde sacan esa conclusión Henry Lincoln, Michael Baigent, y Richard Leigh, autores de El enigma sagrado? En algunos textos de la Baja Edad Media, el Santo Grial aparece escrito como San Gréal, lo que para algunos investigadores deriva de Sang Real (Sangre Real). ¿Qué sangre real podían haber transportado José de Arimatea y María Magdalena? La sangre de Cristo. Se sugiere la idea de una posible descendiente de Jesús y María Magdalena,  Sara, la sangre de Cristo. María habría sido el cáliz portador de esa sangre.

El párroco Bérenger Saunière pudo haber encontrado constancia de estos hechos en los pergaminos descubiertos en la iglesia. Lo cierto es que, desde ese momento, el cura comenzó una vida de lujo, sin privaciones, e inició una serie de obras. Todo ello no podía haber sido posible de no estar en posesión de una buena fortuna. Compró varias obras de arte, llevó a cabo una profunda restauración en la iglesia, construyó la Torre Magdala y Villa Betania. Sin embargo, toda la historia de la descendencia de Jesús no es más que puro romanticismo. No hay constancia real de ello. Se especula también, con la idea de que lo que encontró Saunière fue el tesoro de los cátaros o quizás una tumba merovingia. Uno de los pergaminos hacía referencia a la dinastía merovingia. Es sabido que los merovingios eran enterrados con todo tipo de joyas y riquezas. Ese dato, es también utilizado por los autores de El enigma sagrado, para argumentar que Jesús pudo tener descendencia entre la realiza merovingia. De todos modos lo más probable es que las reformas y construcciones estuvieran financiadas por donaciones de nobles y eclesiásticos de la época.

Claves misteriosas

Entre las construcciones y reformas que llevó a cabo el cura de Rennes-le-Château podemos encontrar lo que, para algunos, son señales relacionadas con el misterio oculto:

- En la entrada de la iglesia podemos observar la siguiente inscripción: “Terribilis est locus iste" (este lugar es terrible).
- En el suelo de la iglesia se dibuja un tablero de ajedrez de 64 cuadros, símbolo iniciático de la masonería.
- En la entrada, sosteniendo la pila de agua bendita, encontramos una figura del demonio Asmodeo, guardián de tesoros y secretos. Bajo la señal de la cruz se puede leer “Con este signo le vencerás”. La polémica viene del hecho de que la frase de Constantino es “Con este signo vencerás”. Hay un “le” añadido en la frase de la iglesia de Rennes-le-Château (personalmente no veo que sea de tanta importancia).
- Todas las estatuas miran hacia el suelo. Las estatuas de San José y de la Virgen sostienen a un niño cada uno. ¿Dos niños? Esto sugiere que el otro niño es el hermano de Jesús, o quizás su descendiente.
- La Torre de Magdala está construida en honor a María de Magdala (María Magdalena).

Torre de Magdala

Es tanta la gente que ha acudido al lugar en busca de los posibles tesoros, ya sean pruebas de la descendencia de Jesús o el tesoro de los cátaros, que en la actualidad existe una ordenanza municipal que prohíbe excavar en el pueblo. Muy interesante es la obra de Oscar Fábrega, Prohíbido excavar en este pueblo, donde se desmiente y se aclara de manera excepcional todo el misterio de Rennes-le-Château.

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LECTURAS RECOMENDADAS



martes, 24 de febrero de 2015

Idus de marzo: Predicción de la muerte de Julio César

Julio César, uno de los personajes más relevantes de la Antigua Roma, fue asesinado por medio de una conspiración, llevada a cabo por sus colaboradores más cercanos, alguno de los cuales el propio César había perdonado en cierta ocasión la vida. Pero, ¿sabía Julio César la fecha de su muerte?



Idus de marzo

Idus (del latín, idus) era el nombre que utilizaban los antiguos romanos para indicar ciertos días del calendario:

· Día 13: enero, febrero, abril, junio, agosto, septiembre, noviembre y diciembre.
· Día 15: marzo, mayo, julio y octubre.

Los idus eran considerados como días favorables o de buen augurio. No fue así para Julio César. Los idus de marzo, o Idus Martiae, eran los primeros del año, ya que en el calendario romano marzo era el primer mes del año).

Julio César

Mucho se podría escribir acerca de Cayo Julio César, pero me voy a limitar a facilitar una breve información de ese personaje, en parte porque creo que es de sobra conocido, y por otro lado porque no es el tema que nos atañe.

Nacido el 12 de julio del 100 a.C. En el 69 a.C es elegido cuestor y en el 65 a.C edil curul. En el 64 a.C asume el cargo de gobernador de Hispania y un año más tarde forma el Primer Triunvirato junto a Craso y Pompeyo. Es elegido cónsul en el 59 a.C y al año siguiente gobernador de la Galia. En el 49 a.C, Julio César controlaba la península itálica e Hispania, convirtiéndose en dictador hasta el 48 a.C, año en el que sería nombrado cónsul. Fue a Egipto, donde puso a Cleopatra como reina. En el 47 a.C ocupó Asia Menor y regresó a Roma. Además de cónsul, César tenía el poder religioso del Estado y poseía el mando de todos los ejércitos. Tuvo varios matrimonios, todos ellos sin descendencia. César nombró sucesor a su sobrino nieto, Octavio, que se convertiría en el primer Emperador de Roma con el nombre de Augusto.

Conspiración para matar a César

Todo fue un complot organizado por algunos senadores. Los motivos exactos no están del todo claros a día de hoy, y es un tema que sigue generando debate. No obstante, parece ser que hay un consenso en las razones más probables que llevaron a Marco Junio Bruto, Cayo Casio Longino y Servilio Casca, entre otros, a elaborar un plan macabro contra su líder: el descontento hacia la política de César y el temor a la abolición de la República, por la teoría de que este planeaba convertirse en rey.

Tras varias reuniones clandestinas, los conspiradores fueron trazando su maquinación. Darían muerte a César en los idus de marzo, el días 15 de ese mes, cuando accediera al Senado. Así se conseguiría que no pareciera un asesinato planeado, sino más bien un acto de salvación de la patria.

El 15 de marzo, como estaba planeado, los senadores convocaron a César, haciéndole acudir al Foro para leerle una petición. Cuando Julio César accedía al Teatro de Pompeyo, donde se reunía la curia, los conspiradores le apartaron a una habitación donde encontró su muerte. Cuentan Eutropio y Suetonio, que el dictador recibió 23 puñaladas, y en el magnicidio participaron unos 60 senadores.



Vaticinio de la muerte de Julio César

Según afirma el historiador griego Plutarco, Julio César había sido advertido, haciendo caso omiso de la advertencia:

Lo que es más extraordinario aún es que un vidente le había advertido del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo, y ese día cuando iba al Senado, Julio César encontró al vidente y riendo le dijo: «Los idus de marzo ya han llegado»; a lo que el vidente contestó compasivamente: «Sí, pero aún no han acabado».
Plutarco

Una leyenda cuenta que su esposa, Calpurnia, soñó la noche anterior con un terrible presagio. Quiso convencer a César de que se quedara en casa, pero este respondió: “Sólo se debe temer al miedo”. También se dice que antes de que Julio César entrara en el senado, donde seria asesinado, Marco Antonio le entregó un pergamino donde aparecían los nombres de los conspiradores que iba a darle muerte. Según esa historia, César no tuvo tiempo de leerlo.

Así pues, los idus de marzo eran días favorables para los romanos, mas no fue así para Cayo Julio César.


lunes, 23 de febrero de 2015

Ponce de León: En busca de la fuente de la eterna juventud

Juan Ponce de León y Figueroa fue un conquistador español, nacido en Valladolid en 1460, nombrado Gobernador de Puerto Rico en 1509 y descubridor de la Florida. Cuenta una leyenda que murió buscando la fuente de la eterna juventud. Veamos lo que hay de cierto en toda esa historia.

Juan Ponce de León

Ponce de León provenía de una familia noble. Llegó a ser paje de Fernando II de Aragón (“el Católico”). Alistado en el ejército, participó en la Guerra de Granada, que dio fin al periodo de la Reconquista tras el triunfo del Reino de Castilla. El Papa Alejandro VI otorgó el título de Reyes Católicos a Isabel y Fernando, en reconocimiento por la victoria del bando cristiano. Ponce de León viajó a América. Lo que aún no se sabe con certeza es si lo hizo con Cristobal Colón en su primer viaje, o bien con Nicolás de Ovando en 1502, desembarcando en La Española (isla de Santo Domingo).

Parece ser que durante su estancia en Higüey (Santo Domingo), Ponce de León ya puedo haber oído historias acerca de la fuente de la eterna juventud. Lo que sí se puede afirmar, es que allí fue donde supo de la existencia de importantes riquezas en una isla próxima, en Borinquén, la isla de San Juan. Una vez tuvo los permisos necesarios, partió hacia la isla, donde fue recibido con agrado por parte de un importante cacique de la isla, Agüeybaná. En 1509, Ponce de León es nombrado Gobernador de la isla, a pesar de la fuerte oposición de Diego Colón (hijo de Cristobal Colón). Diego, tras la muerte de su padre, exigía heredar los privilegios como gobernador militar de las tierras descubiertas. Ponce de León obligó a los taínos a trabajar en las minas y los utilizó como mano de obra para la construcción de sus fortalezas. Muchos taínos murieron, como ocurrió en otras poblaciones precolombinas, a causa de las enfermedades europeas, ante las cuales no estaban inmunizados. Ponce fue retirado de su cargo en 1511, cuando el tribunal superior de Madrid le concedió a Diego Colón los derechos que exigía. Sin embargo,  Fernando el Católico le mostró su favor, otorgándole su propio escudo de armas, que sería el primero del Nuevo Mundo.  Ponce llamó Puerto Rico al puerto de la isla, para celebrar el gesto del Rey. El cacique Agüeybaná murió, y le sustituyó su sobrino Agüeybaná II el Valiente, reacio a la ocupación extranjera. Agüeybaná II lideró una rebelión en contra de los españoles, matando a la mitad de ellos. Ponce de León organizó la defensa, logrando la victoria. Tras el triunfo, y negándose a quedarse en una isla bajo el mando de Diego Colón, solicitó permiso al Rey para explorar el norte de Cuba.



La leyenda cuenta que Ponce de León se propuso encontrar la isla de “Bimini”, un territorio sin explorar donde se suponía que encontraría la fuente de la eterna juventud. Según parece, allá donde preguntaba le aseguraban que esa tierra estaba muy próxima, y que tan solo debía navegar un poco más. Y así es como llegó a lo que pensó que era una isla desconocida. Ponce puso el nombre de Florida a aquellas tierras. Realmente no debió de ser el primer español en pisar aquel suelo, ya que encontraró a un indígena que hablaba castellano. Si nos fijamos, he comenzado el párrafo haciendo mención a una leyenda. Eso es porque no tenemos constancia, a día de hoy, de que Ponce de León realmente buscara la famosa fuente. Por lo tanto, ¿de dónde surge tal afirmación? El explorador Hernando de Escalante Fontaneda, en su obra Memoria de las cosas y costa y indios de la Florida de 1575, cuenta que Ponce de León buscaba el rio Jordán (haciendo referencia a la fuente), engañado por los indios de Cuba y Santo Domingo. Posteriormente, historiadores como Antoniode Herrera y Tordesillas en sus Décadas (1600), refuerzan la historia que ha perdurado hasta nuestros días.

Ponce murió en La Habana, en julio de 1521, a causa de una herida. Había construido una colonia en la Florida, y esta fue atacada por la calusa, una tribu indígena de esas tierras. Herido por una flecha, consiguió llegar hasta Cuba, donde encontró su fin. Su tumba se conserva en la catedral del Viejo San Juan, en Puerto Rico.

En la actualidad, en el estado de Florida, existe gran cantidad de supuestas fuentes de la eterna juventud. La más conocida es la que encontramos en Punta Gorda. Aunque más que la eterna juventud, lo que puede ocasionar es una muerte prematura. En 1983 se analizaron sus aguas, y resultó ser ligeramente radioactiva. Las autoridades quisieron reconectar las fuente a la red de agua municipal, pero la población se opuso, consiguiendo que tan solo se advirtiera de su peligro mediante un cartel.

Fuente de la eterna juventud. Punta Gorda.

domingo, 22 de febrero de 2015

El gato negro: Origen de la superstición


¿De dónde viene la superstición del gato negro? ¿Trae realmente la mala suerte? En la actualidad, el gato negro está encasillado en el cociente colectivo como un animal de mal agüero. Esta, como otras supersticiones, está aceptada por la sociedad, sin preguntarse si existe algún motivo lógico para preocuparse. Esa creencia está principalmente arraigada en Europa y el norte del continente americano, aunque se extiende a otras zonas aisladas del planeta.

Los gatos en Egipto

Pero esa creencia no siempre ha sido así. En el antiguo Egipto, el gato negro era considerado un animal sagrado. Se llegaba incluso a pensar que los dioses se reencarnaban en algunos de ellos, permitiéndoles así estar en contacto y comunicación con los humanos. El que diera muerte a un gato podía ser condenado a pagar con su propia vida. Era tal la belleza que encontraban en los felinos, que hizo que Bastet, diosa de la belleza y la fecundidad, fuera representada con cabeza de gato. Esto, unido a sus grandes dotes como cazadores de ratones, hizo que los antiguos egipcios comenzaran a domesticar a los gatos ya desde el 3.000 a.C. El fallecimiento de un gato en el hogar era motivo de duelo. Los amos se afeitaban las cejas y momificaban al animal, que acababa siendo enterrado junto ellos.

Representación de la diosa Bastet.


Entonces ¿de dónde viene nuestro desprecio hacia el pobre animal?

Hay que tener en cuenta que en la Inglaterra victoriana, los gatos negros, traían buena suerte a los recién casados y , además, las esposas de los pescadores tenían gatos negros en el hogar para garantizar el regreso de sus maridos. Los romanos consideraban a cualquier gato un animal sagrado, ya fuera negro o de color verde. En la actualidad, en Escocia, un gato negro delante de una casa trae prosperidad a la familia que la habita.

La culpa de su desprestigio la tiene, como en muchos casos, el fanatismo religioso. Los gatos, fueran de color que fueran, desarrollaban su vida en tranquilidad hasta el siglo XIII, cuando la Iglesia comenzó a asegurar que los gatos negros no eran más que un símbolo del diablo, incluso brujas transformadas para pasar inadvertidas en la sociedad. Tal fue la convicción de la Iglesia de la maldad que escondían los gatos negros, que se formaron espectáculos en los cuales se dedicaban a masacrarlos y quemarlos, como sucedía en la noche de San Juan. Acabaron eliminando a todos los gatos que pudieron, sin requisitos de color. Pero, cosas de la vida (llamémoslo “Karma”), el extermino de los gatos no trajo más que terribles consecuencias. En el siglo XIV, la peste negra causaba estragos en Europa, acabando con un tercio de la población del continente. Las ratas fueron un factor muy importante en cuanto a la propagación de la enfermedad, y ¿qué animal se encarga de mantener a raya a las ratas? ¡Exacto! El gato. Parece ser que la plaga fue tan catastrófica por culpa de la matanza de gatos.  A pesar del casi exterminio de la especie, los gatos empezaron a perder su mala fama a partir del siglo XVII, llegando a ocupar un lugar importante en el arte.



Así, pues, parece que la superstición nace de la Edad Media, cuando se extendió la creencia de que los gatos negros eran enviados del diablo o brujas; como mínimo,  traedores de desgracias. No obstante, en culturas como en la de la India, existe también la superstición hacia el gato negro como representación de la mala suerte, a pesar de que en aquel país no se realizó la caza de brujas.



sábado, 21 de febrero de 2015

El Diluvio Universal en otras culturas


En la actualidad, los investigadores han descubierto a lo largo y ancho del planeta la existencia de más de cuatrocientos mitos acerca del Diluvio Universal. ¿Existió realmente un desastre natural de tal magnitud? Parece ser que sí, dadas las referencias que encontramos en tan distintos y apartados lugares. Muchas son las versiones, pero todas coinciden en lo mismo: el planeta se inundó repentinamente. No dejan de ser mitos y leyendas, pero forman parte de la historia, de las tradiciones, las culturas y las creencias. Es complicado imaginar un barco con capacidad para albergar a una pareja de cada especie; se necesitarían kilómetros de espacio. ¿Qué comían los animales? Los herbívoros no tendrían comida, y los carnívoros se alimentarían de aquellos que estuvieran por debajo en la cadena alimenticia, impidiendo la repoblación de estos (eso o morir de hambre). Y después está el asunto de los problemas congénitos, provocando malformaciones en los descendientes, por tener que recurrir a aparearse con sus propios hermanos. Pero como digo, eso forma parte de la leyenda, debido al proceso al que se somete cualquier historia con el paso del tiempo, y el añadido y colorido que le quiera dar cada divulgador.

Mitos de diluvios universales

Sumer: El más antiguo que se conoce, proveniente de la civilización sumeria. Seguramente influyó al mito relatado en la Biblia, teniendo en cuenta sus similitudes y la zona de origen (Antigua Mesopotamia). Este diluvio se narra en un episodio del Poema de Gilgamesh. Cuenta que, en una época, los dioses convivían con las personas en la ciudad de Shuruppak. Un día, los dioses decidieron exterminar la raza humana enviando una fuerte inundación. Pero el dios Enki, que no estaba de acuerdo, avisó a Utnapishtim ordenándole construir una barca y llevar en ella a todas las especies que existían.

Llovió durante seis días y seis noches, amainando al sétimo día. Utnapishtim vio como toda la humanidad se había transformado en arcilla. Tan solo el monte Nisir emergía en el paisaje, lugar donde había quedado asentada la barca. Después de siete días, Utnapishtim soltó una paloma que volvió. Soltó, después, una golondrina que también retornó. Finalmente dejo ir a un cuervo que no regresó. Esto le hizo pensar a Utnapishtim que el ave había encontrado un lugar donde posarse y que, por lo tanto, las aguas habían comenzado a descender.

Lituania: El dios Praamzis se cansó de la actitud beligerante de los humanos, así que les envió al Agua y el Viento. Los dos provocaron un gran diluvio, aniquilando a prácticamente toda la especie humana. Tan solo se salvaron unos cuantos hombres y animales, que quedaron a salvo en la cima de una montaña. Pero el agua seguía subiendo. Praamzis se compadeció de ellos, por lo que arrojó las cáscaras de unas nueces que estaba comiendo para que navegaran en ellas, salvándoles la vida.

China: Los dioses desataron una gran inundación que abarcó todo el planeta, causando la extinción de casi la totalidad de los seres vivos. El ingeniero Yu construyó unos canales para evacuar las aguas, logrando salvarse junto a su familia y sus animales. Según ese mito, la humanidad desciende de Yu y su mujer.

América precolombina: Cuando los primeros colonos españoles llegaron a América, conocieron el culto al Árbol de la Vida, de cuyos frutos habían vuelto a nacer los humanos, tras ser aniquilados por un gran diluvio.

África: Existen muchas versiones referentes a un gran diluvio. En el Congo cuentan que el Sol quiso apagar la luz de la Luna y le arrojó barro, provocando un gran diluvio. Tan solo unos pocos hombres sobrevivieron, transformándose en monos.

Australia: Los océanos fueron absorbidos por una rana gigantesca. Un águila la hizo reír, y la rana expulsó el agua hacia la Tierra, provocando el gran diluvio e inundándolo todo. También existe, en esa zona, la creencia en un personaje parecido a Noé, que salvo a  su familia y a algunos animales en una barca, que encalló en la cima de un monte.

India: Manu rescató a un pequeño pez que iba ser comido por uno grande. El pez le aseguró que, si le cuidaba hasta que creciera, le salvaría de un gran diluvio que estaba por llegar  y que lo iba a destruir todo. El pez fue creciendo y Manu lo cambiaba de pecera a medida que lo hacía. El pez acabo convirtiéndose en el más grande del mundo. Cuando empezó a diluviar, Manu amarró una cuerda desde su barco al pez y se salvó. Acabó encallando en una montaña.


Como he comentado al principio, podríamos mencionar más de cuatro centenares de mitos relacionados con un gran diluvio. En gran cantidad de ellos aparece la figura de un salvador de la humanidad, a bordo de una embarcación, quedando encallado en lo alto de una montaña. Lo más interesante es que, según los investigadores, parece ser que las fechas aproximadas de las catástrofes coinciden asombrosamente. Y lo que es mejor, según recientes estudios es altamente probable que se inundara la Tierra, creando el mito en cada rincón del planeta. Sin embargo, se sugiere la teoría de que no fue un diluvio lo que realmente ocasionó la gran inundación, sino el deshielo de los polos debido a uno de tantos cambios climáticos acontecidos a lo largo de la historia.

viernes, 20 de febrero de 2015

Adolf Hitler: El buscador de tesoros

Es bien sabido por todos que Hitler protagonizó uno de los mayores exterminios de la historia, guiado por su enfermiza mentalidad antisemita y su idea de pertenecer a una raza superior a todas las demás, una raza “pura”. Lo que no todos conocen es su afán por conseguir algunas de las más destacadas reliquias sagradas (la lanza de Longinos, el Arca de la Alianza y el Santo Grial, entre otras). Para ello contó con ayuda de su mano derecha, Heinrich Himmler, jefe de la Gestapo y de las SS y responsable de los campos de concentración nazis.

Himmler creó una organización, o secta, con fines ocultistas; la Deutsches Ahnenerbe (Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana). Dicha asociación se formó en un principio con el propósito de encontrar los orígenes de la raza aria. Finalmente, acabó teniendo protagonismo en los experimentos humanos realizados por las SS y en el empeño por conseguir “objetos de poder” que permitirían a Hitler dominar el planeta.

Emblema de la Ahnenerbe.


El Arca de la Alianza

Todos recordamos la película Indiana Jones en busca del Arca perdida, donde los nazis buscan el mítico arca. Nos puede parecer un simple argumento para una película, pero lo cierto es que tiene un trasfondo de realidad. Hitler buscó el Arca de la Alianza, símbolo de la unión entre Dios y el pueblo de Israel y recipiente que guardaba las Tablas de la Ley. Sin embargo, había un problema que la Ahnenerbe debía resolver, ya que la tradición nos dice que tan solo un rabino judío puede abrir el arca sin perder la vida en ello. Así fue como la asociación ocultista obligó a colaborar con la causa a uno de los presos de los campos de concentración (algunas fuentes afirman que el judío se encontraba en el campo de exterminio de Auschwith).


Hay varias historias acerca del paradero del Arca. Uno de los lugares donde los nazis buscaron el objeto fue España, siguiendo una pista sugerida por el cabalista judío. Posteriormente se interesaron además por unas piezas del Museo Arqueológico de Madrid, traídas desde Egipto, lugar donde también buscaron el arca. Según una leyenda, los templarios pudieron esconder en Toledo tanto el Arca como la Mesa de Salomón. Otra historia afirma que la escondieron en algún lugar de África. Algunos historiadores la localizan en Etiopía, donde llama la atención el culto que se manifiesta hacia ese objeto (hay unos 20.000 templos cristianos y cada uno contiene una réplica del Arca de la Alianza).

El Santo Grial

El Santo Grial fue la copa que utilizó Jesús en la última cena y que recogió su sangre al morir. Cuenta una leyenda que José de Arimatea llevó el Santo Grial a Europa. Los cátaros lo escondieron en la fortaleza de Montsegur, en Francia, enclave próximo a la frontera con España. Siglos después llegó hasta el lugar Otto Rahn, filólogo y experto en Historia Medieval, en busca del objeto. En 1936 conoció a Himmler, y este le ofreció la oportunidad y los medios para ir a investigar de nuevo a Montsegur y encontrar el Grial. Parece ser que no dio con el, ya que en 1940 Himmler viajó hasta España, concretamente a Barecelona, con la idea de hallar la reliquia en la montaña de Montserrat. El dirigente de las SS se presentó en el monasterio ubicado en la montaña, acompañado por un grupo de militares alemanes y españoles, y por el alcalde de Barcelona. Allí exigió a los monjes de Montserrat que le mostraran toda la documentación que tuvieran acerca del Santo Grial, y que le permitieran acceder a los pasadizos y habitáculos secretos del Monasterio. Los religiosos se negaron, para el desconcierto y consecuente enojo de Himmler.


La lanza de Longinos

Se trata del arma empleada por el centurión romano Cayo Casio Longinos para herir a Jesús en la cruz. Según relató el amigo de Hitler, Walter Johannes Stein, cuando la lanza se exponía en el Palacio Imperial de Hofburg, en Viena, el joven Adolf Hitler escuchó una historia relacionada con la lanza, según la cual el poseedor del objeto tendría el destino del universo en sus manos (de ahí que también se conozca la reliquia como la lanza del Destino). Sin duda alguna, esa leyenda caló hondo en el futuro canciller de Alemania. También fue relevante el hecho de que Hitler conociera el supuesto poder que le otorgó la lanza a personajes tan poderosos como Carlomagno o Federico “Barbarroja”, emperador del Sacro Imperio Romano. Ambos fallecieron por un mismo motivo; la lanza se les cayó de las manos. El mismísimo Napoleón Bonaparte puso gran empeño en conseguirla sin llegar a lograr tal propósito.


Se conocía la existencia de cuatro lanzas, de las cuales una de ellas podría ser la auténtica lanza de Longinos. Los nazis tenían la teoría de que la verdadera era la que se encontraba en el Museo de Viena. Alemania se hizo con Austria el 14 de marzo de 1938, y fue la ocasión perfecta para apoderarse de la reliquia. Hitler ordenó ese mismo año que trasladaran la lanza a Nüremberg, a la iglesia de Santa Catalina. En 1944 Nüremberg sufrío fuertes bombardeos por parte de los aliados y el Führer mandó guardara junto al tesoro de los Habsburgo, en un refugio subterráneo construido especialmente. Unos días más tarde, el ejército americano encontró el refugio con el tesoro y la lanza de Longinos. Casualidad o no, ese mismo día, a cientos de kilómetros moría en un búnker subterráneo Adolf Hitler, quitándose la vida con un disparo. Ello suponía el fin de una de las etapas más crueles de la historia, el fin del Tercer Reich.


jueves, 19 de febrero de 2015

El ataque de los muertos: Los zombis que hicieron huir al ejército alemán

Muchas son las historias que sucedieron en la Primera Guerra Mundial, algunas de ellas son sobradamente conocidas. No obstante, otras no han calado de igual forma en el consciente colectivo. Eso es, en gran medida, debido a su escasa o inexistente difusión. Voy  a contarte ahora una de esas escenas poco conocidas,  aunque no por ello menos interesante,  de la Gran Guerra.
Es el inicio de la Primera Guerra Mundial, a finales de agosto de 1914. El ejército ruso fue derrotado en la batalla de Tannenberg al intentar ocupar la Prusia oriental. El II Ejército ruso de Samsonov quedó prácticamente aniquilado, con 92.000 prisioneros, 78.000 heridos y muertos y tan solo unos 10.000 supervivientes. Aquel fracaso obligó a los rusos a retirarse, dejando expuesta a la Polonia Rusa a los ataques alemanes. En septiembre de ese año, los alemanes comenzaron la ocupación de ese territorio, donde se encontraban los protagonistas de nuestra historia, en la fortaleza Osowiec. La estructura estaba situada al noreste de Polonia, lo que hoy en día es Bielorrusia. Había sido construida para defender la frontera occidental de Rusia contra Alemania, junto al río Biebrza. Era el único lugar por donde podía cruzarse el río, ya que la zona estaba rodeada de profundas marismas y pantanos. La forma más rápida que tenía el ejército alemán de llegar a Rusia era pasando por allí.
Batería en Osowiec.

En el 25 de Febrero de 1915. Los alemanes pensaron que les llevaría máximo un día  derrotar a los ocupantes de la fortaleza, empleando un constante ataque mediante bombardeos. El alto mando ruso pidió a sus soldados que resistieran por lo menos 48 horas. Más de 500.000 proyectiles pesados fueron lanzados por parte de los alemanes durante todo el asedio, incluido los famosos morteros Big Bertha, de 420mm. Los soldados rusos quedaron incomunicados, todo comenzó a destruirse poco a poco y los ataques no cesaban, día tras día. Era inimaginable que pudiera salir nadie con vida de tan insistente y brutal ofensiva. La aviación también participó en el bombardeo del fuerte y las tropas intentaron asaltarlo hasta 9 veces sin éxito. Las baterías rusas resistieron contraatacando a sus enemigos.
Llegó el día 6 de Agosto de 1915, y el enfrentamiento duraba ya casi seis meses para desconcierto de los alemanes que, en un principio, pensaron poder tenerlo resuelto en menos de 24 horas. Por si no les bastase a los soldados del Osowiec con los continuos bombardeos que habían soportado, los intentos de asalto, el hambre que padecían a esas alturas y la desmotivación y cansancio que se apoderaba irremediablemente de ellos; los alemanes atacaron esta vez con gas venenoso a base de cloro, provocando una nube con una altura de 12 metros. Los soldados rusos no tenían máscaras anti-gas, y sus reservas de alimentos y de agua comenzaron a contaminarse. Muchos de los que aun sobrevivían murieron con aquel ataque, apenas quedaron con vida un centenar de ellos.
Ataque con gas en la Primera Guerra Mundial

Los alemanes aprovecharon para volver a atacar con artillería, a la vez que unos 7.000 soldados de infantería se lanzaban a por el décimo intento de asalto a la fortaleza, el que creyeron que sería el definitivo. Nadie en el bando alemán dudó de la facilidad que ello suponía, pues eran pocos y se encontraban débiles y heridos. En ese momento, las baterías rusas abrieron fuego contra  los atacantes. A la vez, unas pocas decenas de soldados rusos, apenas sesenta, salieron de sus defensas fusil en mano, gritando ferozmente, con los ojos desencajados, sangrando por todas partes, con sus ropas destrozadas, llenos de polvo y con cara de pocos amigos. La imagen fue, sin duda alguna, aterradora para los soldados alemanes, que huyeron espantados ante tal imagen. Muchos de ellos cayeron presos en sus propias alambradas de espino mientras escapaban. Los supervivientes rusos aparentaban ser verdaderos zombis. Así fue como unos cuantos moribundos rusos hicieron retroceder a miles de alemanes. Ese contraataque pasó a llamarse para los rusos “El ataque de los muertos”.
Los bombardeos continuaron durante algunos días, pero los rusos pensaron que no merecía la pena seguir defendiendo la fortaleza y el alto mando ordenó a los zapadores que la destruyeran con todo el armamento y munición, para que el enemigo no se apoderara de ello.  En esta historia, como en la mayoría, hay varias versiones y cada una con sus pinceladas. Como es de suponer, los alemanes tienen su propia idea de lo que pasó. Se suele decir que la historia está escrita por los vencedores. 

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25 Cosas que no sabías de la historia
Mitos, personajes, inventos y otros datos curiosos.


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miércoles, 18 de febrero de 2015

Vikingos: Los auténticos descubridores de América

En primer lugar, quisiera matizar que no me siento del todo cómodo utilizando el término descubrimiento. Antes de que nadie atravesara ningún océano para llegar a nuevas tierras, ya fuese el Atlántico o el Pacífico, el continente americano ya estaba más que descubierto por los nativos. No obstante, sí que fue un descubrimiento para el viejo mundo, y solo por eso creo que es merecedor de tal calificativo. 

Teorías sobre quién descubrió verdaderamente el continente hay muchas. Se dice que pudieron ser los fenicios los primeros en llegar, teniendo en cuenta sus grandes dotes de navegación. Una de las ideas que respaldan esta teoría es la de que fueron ellos quienes aportaron los conocimientos para construir las pirámides de América, y de ahí sus similitudes con las de Egipto. Otros dicen que fueron los canarios, dado que hay algunas conjeturas que indican que uno de ellos le indicó el camino a Colón. Incluso hay quien asegura que fueron los templarios basándose en una cruz grabada en una piedra precolombina y en el ídolo de Carabuco (ser barbado, siendo los indígenas barbilampiños). Y así podríamos seguir con  los chinos, africanos, vascos…



Pero vamos a lo que nos atañe: Los vikingos

La llegada de los vikingos a América es un hecho contrastado, a diferencia de las hipótesis mencionadas antes. Ellos no eran muy propensos a navegar en mar abierto debido a sus temores hacia monstruos marinos mitológicos como Midgard o el Kraken. A pesar de ser buenos navegantes y viajar largas distancias, siempre lo hacían bordeando la costa o remontando ríos. Los factores que facilitaron su llegada a nuevas tierras fueron varios: la superpoblación que les obligó a emigrar, la aparición de buenos marinos y la construcción de nuevas y mejoradas embarcaciones. En el año 840 llegaron a las islas Feroe tras enterarse de su existencia (ya estaban pobladas por irlandeses desde el año 700). Acabando la década de 860, el sueco Gardar Svavarsson supo que había tierras más allá, llegó hasta ellas y las llamó Islandia, Tierra del Hielo. Allí formaron una colonia los vikingos durante 400 años, hasta que las plagas, el hambre y un clima cada vez más frío provocaron su deterioro. 

Al principio del siglo X, un noruego llamado Gunnbjorn se dirigía hacia Islandia pero perdió el rumbo, yendo a parar a unas costas desconocidas a las que llamó Groenlandia, Tierra Verde. Unos cincuenta años más tarde, Erik el Rojo decidió marchar hacia esas tierras teniendo en cuenta la mala situación en Islandia. Zarpó con veinticinco naves y cuatrocientos vikingos dispuestos a colonizar. Se establecieron en la costa sureste de Groenlandia. Con el tiempo aparecieron epidemias, plagas y un cambio en el clima que hicieron empeorar la situación económica y política de la colonia. 

En el año 986, el islandés Bjarni Herjolfsson zarpó hacia Groenlandia en busca de su padre, pero se perdió a causa de la niebla y acabó llegando a unas costas desconocidas. Vio muchos árboles y ninguna tierra apta para el cultivo, así que no creyeron que mereciera la pena, pero la noticia se extendió rápidamente llegando a oídos de Leif Ericson (hijo de Erik el Rojo), que decidió explorar las nuevas tierras. El primer lugar en el que desembarcaron lo llamaron Helluan, tierra de las losetas, y fue el primer desembarco de europeos en tierra americana. Sucedió en el año 1.000, prácticamente cinco siglos antes de la llegada de Cristobal Colón. No obstante, no vieron nada que mereciera la pena, así que siguieron navegando. Al segundo lugar al que llegaron le pusieron el nombre de Marklandia o tierra de los bosques, y tampoco les pareció adecuado para establecer una colonia. Finalmente desembarcaron en un lugar aparentemente fértil al que llamaron Vinlandia (tierra de hierba). Allí establecieron un campamento para pasar el invierno. Se cree que los restos  hallados en las ruinas cercanas a L’Ause-aux-Meadows (Terranova) concuerdan con esa primera colonia americana. Una vez hubo pasado el frío regresaron a Groenlandia. Thorvald, un hermano de Leif, siguió explorando las nuevas tierras por las zonas de Marklandia y Vinlandia, siendo allí donde se produjo el primer contacto entre el hombre europeo y el americano. Como no es de extrañar, los primeros nativos que encontraron fueron asesinados. Triste realidad, no muy diferente a lo que hicimos los españoles cuando llegamos (como español me incluyo) al nuevo mundo. 



Parece ser que los vikingos no terminaron de establecerse en américa y que nunca fueron conscientes de la magnitud de su descubrimiento. Hubo más expediciones y se podrían dar más detalles sobre las ya mencionadas pero, como siempre, lo que pretendo es dar a conocer la historia principal y no saturar al lector con datos que no llevan a ningún lado. Si estás interesado/a en saber más, hay gran cantidad de información en libros e internet (ojo con internet) que tratan sobre ello, así como de las diferentes supuestas “pruebas” arqueológicas.



Bibliografía: Eslava Galán, Juan. El enigma de Colón. Editorial Planeta S.A. Barcelona, 2006.

lunes, 16 de febrero de 2015

Vlad III: El auténtico Drácula

Todos conocemos la figura de Drácula, ese siniestro hematófago de colmillos afilados con capacidad de convertirse en murciélago o en lobo; aquel famoso ser que deambula por la noche y al que no le hace ni pizca de gracia el ajo. Lo que no todos saben es que Drácula existió en realidad, aunque no como vampiro. No obstante, su sanguinaria mentalidad  demostrada con tan salvajes e inhumanos actos tuvo aterrorizada tanto a toda la población de su reino como a sus más poderosos enemigos.




Vlad Drácula

Vlad III, o lo que es lo mismo Vlad Drácula, nació en noviembre de 1431 en Sighisoara, en la Sajona Rumana. Heredero al trono de Valaquia, ya desde pequeño disfrutaba contemplando las ejecuciones públicas de los criminales. En 1444, el y su hermano fueron capturados por los turcos y llevados como rehenes hasta Anatolia. Vlad tenía trece años y su hermano Radu apenas llegaba a los diez. Drácula fue encerrado en un torreón, mientras que Radu el Hermoso pasó a formar parte del harén del sultán. Seguramente fue allí donde Vlad comenzó a odiar a los turcos, aprendiendo de ellos el método que le haría tan popular, el empalamiento. El tiempo que estuvo con sus prisioneros le sirvió para avivar su despiadada imaginación. Así, Vlad acabaría utilizando todo método de torturas como el despellejamiento; el “escalpado a la turca” (arrancar la piel de la cara); hervir a personas vivas en enormes calderos…

En 1447 llegó a la corte, donde estaba prisionero, la noticia de que su padre había sido asesinado. El sultán lo dejó libre con la esperanza de poder tener al príncipe de Valaquia a su merced. Con la ayuda del ejército turco, Vlad III conquistó el reino de su padre, ocupado por Alexandru (príncipe de Moldavia) y subió al trono en 1448.

¿De dónde sale el nombre de Drácula?

El padre de Vlad III fue Vlad II, Dracul. Perteneció a la Orden del Dragón, orden nobiliaria de caballería, creada por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico para combatir al invasor otomano y defender la fe católica. Vlad II estaba muy orgulloso de pertenecer a esa orden así que utilizó la representación del dragón en todas sus banderas, escudos, monedas… Dado que en la iconografía cristiana se suele representar al demonio como un dragón, y el pueblo desconocía la existencia de la orden, comenzaron a llamarle Dracul (demonio en rumano). El apodo acabó convirtiéndose en el apellido de su descendencia. Así su hijo, Vlad III se llamó Vlad Draculea, del rumano dracul (demonio) y –ea (hijo de). Con el tiempo fue transcrito como Drácula (hijo del demonio) y más tarde sería más conocido por Vlad Tepes (Vlad el empalador).

Símbolo de la Orden del Dragón.


¿De dónde le bien la fama sanguinaria a Drácula?

Son muchas las historias que se cuentan acerca de Vlad Tepes, cada cual más aterradora y despiadada. De hecho, dan para escribir un libro. Voy a mencionar tan solo algunas de ellas.

En 1457, conocedor de que algunos nobles habían asesinado a su hermano, organizó un gran banquete invitándoles. Acudieron unas 500 personas contando a los nobles y a sus familias, incluidos mujeres y niños, además de algunos clérigos. Cuando el efecto de la bebida ya había comenzado a dar señales, Vlad les preguntó que cuántos reinos habían visto. Tras las respuestas, Drácula les aseguró que ya no iban a derrocar ninguno más. A los más fuertes los obligó a trabajar en su propia mansión y al resto (no hace falta especificar a quién) los empaló en el patio del castillo.

Para solucionar el problema de mendigos y población no trabajadora celebró un banquete. Invitó a pobres, enfermos, ladrones… Se les dio ropas nuevas y les atiborró de comida. Una vez hubieron terminado les preguntó si querían una vida donde pudieran disfrutar de un banquete como aquel a diario. Como es de suponer, todos afirmaron. Vlad sonrió y ordenó sellar las puertas y quemar la casa. De esta forma acabó, según el, con 3.600 personas no productivas.

En una ocasión mandó apresar a tres líderes gitanos para empalarlos. Uno le dijo que esa forma de morir no era digna en la ley gitana, así que los mandó asar vivos para “complacerle”. A los trescientos gitanos de la comunidad les obligó a elegir entre comerse a sus líderes o alistarse en su ejército. Los que rechazaran alguna de las propuestas serían asados vivos. 

En 1460 los turcos apresaron y asesinaron al aliado de Drácula, Mihail Szilágyi, voivoda de Valaquia. El sultán Mehmed II decidió reclamar a Drácula el tributo de 10.000 ducados que Valaquia pagaba los turcos. Para ello envió a dos emisarios y Vlad III le devolvió sus cuerpos sin vida. En mayo de 1462, el sultán envió un ejército de 25.000 hombres para conquistar Constantinopla y avanzar hasta tierras rumanas. Cuando Mehmed II quiso llegar hasta la capital valaca de Târgoviște se encontró una imagen que le hizo retroceder. Lo que vio fue un macabro bosque de 23.000 soldados turcos empalados descomponiéndose. La escena le hizo abandonar su idea de conquista y volver a Estambul. Fueron los turcos quienes le dieron el nombre a Drácula de “Príncipe Empalador” (Vlad Tepes).




Y así amigo, es como se las gastaba nuestro príncipe. Todo esto no es más que una pequeña pincelada, pues si entráramos en detalles podríamos perturbar algunas mentes. Se conocen detalles tan espeluznantes y macabros que podrían no dejarte dormir. Vlad III mostraba un increíble desprecio hacia todo tipo  de perfiles, ya fueran nobles, pobres, enfermos, de otras razas… Tuvo la enfermiza obsesión de realizar una exhaustiva “limpieza” en su reino. No tuvo escrúpulos a la hora de ejecutar a niños, mujeres o ancianos. Sin duda, la realidad a veces supera la ficción.


Bibliografía: Arriés, J.(2007) Vampiros. Barcelona. Ediciones Minotauro.




domingo, 15 de febrero de 2015

Los hermanos gemelos del Titanic: La maldición de los colosos

Pienso que es suficientemente conocida la historia del Titanic, como para tener que desarrollarla en este post, la cual cosa implicaría que me extendiera demasiado en mi exposición y que, por otro lado, tratara un tema que no es concretamente el que nos ha llevado hasta aquí. Voy a hablarte, en este caso, de la existencia de los dos hermanos gemelos del Titanic: el Olympic y el Britannic.



La construcción de los tres hermanos

Fabricados en la primera década del siglo XX. Tres barcos casi idénticos, destinados a ser los más colosales y modernos hasta la época. En 1908, J. Bruce Ismay, que se había convertido en el director de la compañía White Star en 1902, comenzó el proyecto de construcción del Olympic y el Titanic en los astilleros Harald & Wolff, en Belfast (Irlanda del Norte). Su intención era la de hacerse con el dominio naval, ofreciendo unos barcos más grandes y lujosos que los de su rival (Cunard), con los que no podía competir en cuanto a velocidad.

Olympic

Fue el primero que se botó, el 20 de octubre de 1910, siendo 30 metros más grande que su rival más próximo. Ostentó el título de barco más grande del mundo. Su viaje inaugural a Nueva York fue un éxito.

En el quinto viaje surgió el primer problema, atravesando un estrecho canal, rumbo a la isla de Wright, colisionó con un buque de guerra que le adelantó, el HMD Hawke. Se tardó seis meses en reparar los graves daños que sufrió el Olympic, lo que ocasionó el retraso de la construcción del Titanic. En enero de 1912, sufrió una avería, perdiendo la pala de la hélice de estribor y tuvo que volver al astillero en Belfast.

Navegó durante unos 24 años, siendo el más longevo de los tres hermanos. Se hizo famoso por ser el único transatlántico capaz de hundir un submarino alemán. Pero el 15 de mayo de 1934, llegando a Nueva York, topó con el barco faro Nantucket, partiéndolo en dos y causando la muerte a sus tripulantes. Tras un cambio de manos acabó convertido en chatarra. Cerca de cuatro mil quinientos objetos del Olympic fueron subastados y, en la actualidad, adornan algunos hoteles de Inglaterra.

Titanic y Olympic.


Britannic

Tuvo que pasar unas exhaustivas pruebas y revisiones para poder navegar. En un principio su nombre tenía que ser Gigantic, no obstante, prefirieron cambiarle el nombre tras el naufragio de su hermano gemelo Titanic. Fue botado el 26 de febrero de 1914 para unirse a la ruta transoceánica del Olympic, pero la Primera Guerra Mundial le hizo tomar otro rumbo.

La marina británica requisó los grandes transatlánticos para transportar a las tropas o convertirlos en barcos hospitales. Así pues, el Britannic cambió su interior lujoso por equipo médico, convirtiéndose en un hospital. Entró en servicio el 23 de diciembre de 1915. La misión que se le encomendó fue la de evacuar a los militares heridos en la isla de Lemnos (Grecia), en el mar Egeo, en una zona plagada de submarinos alemanes y de minas subacuáticas. El 21 de noviembre de 1916, tras una explosión, el Britannic se hundió provocando 30 muertos; 1.036 personas sobrevivieron. Tardó tan solo media hora en hundirse, tres veces más rápido que el Titanic, a pesar de las mejoras realizadas en su casco. A día de hoy aún no se sabe con seguridad qué provocó la explosión que le hizo sumergirse, a pesar de que las pruebas más fiables indican que pudo ser una mina. Sin embargo, este tema, sigue generando debate.



Tres hermanos, prácticamente idénticos, con un mismo destino; convertirse en chatarra. ¿Casualidad o maldición? Mucho se ha hablado de ello y se seguirá hablando. En eso, como en todo, que cada uno saque sus propias conclusiones. 


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viernes, 13 de febrero de 2015

Thomas Alva Edison y Nikola Tesla: La Guerra de las Corrientes




Thomas Alva Edison se enfrentó a Nikola Tesla en la que se denominó la “Guerra de las corrientes”. La creciente demanda de electricidad hizo que el sistema de Edison, de corriente continua (CC), no fuese competente para distribuirla a largas distancias. George Westinghouse fundó la Westinghouse Electric para competir con General Electric de Edison. Westinghouse confió en las patentes de Nikola Tesla basadas en la corriente alterna (CA), con la cual, a partir de unos transformadores se podían transportar potentes cargas de electricidad a grandes distancias, sin ocasionar importantes pérdidas de calor, principal problema de la CC. 

Edison, que obtenía grandes beneficios de su sistema de corriente instalado en todo el país, vio peligrar sus ingresos. Para eliminar a la competencia decidió realizar demostraciones, delante de público, de los posibles peligros de la CA. Supo que los responsables del parque de atracciones Luna Park de Coney Island, en Nueva York, tenían pensado sacrificar a su elefante Topsy. El animal tenía fama de asesino, cuando en realidad tan solo había matado a un domador que le había apagado un cigarrillo en su trompa. Se dice que, además, el elefante sufría de los malos tratos típicos en los circos de aquella época.



Edison encontró una oportunidad para demostrar los efectos de la CA. El 4 de enero de 1903, delante de 1500 personas, Edison ejecutó al elefante, aplicándole una descarga de 6600 voltios mediante el sistema de CA. Antes, a Topsy se le dio de comer 460 g de potasio introducidos en zanahorias y se le puso un calzado de metal, por si fallara el experimento. Edison grabó la ejecución, que fue visualizada en todo el país. Hoy día puede encontrarse fácilmente en la red (me abstengo de adjuntar dicha grabación por lo desagradable de la escena). En su afán por desbancar la alternativa de Tesla, no solo electrocutó a Topsy sino que también mató a perros, gatos, vacas y caballos.

Para demostrar la seguridad de su proyecto, Tesla se expuso a CA sin causarle ningún daño. Westinghouse consiguió el contrato para la iluminación de la feria de Chicago de 1893, ofreciendo un presupuesto más asequible de lo que pedía General Electric. Posteriormente, la Niagara Falls Power Company contrató a Westingouse Electric para elaborar su sistema de transmisión. 



El sistema de CA es el que seguimos utilizando a día de hoy. Como dato curioso, la silla eléctrica se inventó gracias a (o por culpa de) la obsesión de Edison por demostrar los peligros de la CA. Edison contrató a Harold P. Brown, que utilizó el la idea para elaborar un sistema de ejecución supuestamente más humano que la horca.