Julio César, uno de los personajes más relevantes de la
Antigua Roma, fue asesinado por medio de una conspiración, llevada a cabo por
sus colaboradores más cercanos, alguno de los cuales el propio César había perdonado
en cierta ocasión la vida. Pero, ¿sabía Julio César la fecha de su muerte?
Idus de marzo
Idus (del latín, idus) era el nombre que utilizaban los antiguos romanos para indicar
ciertos días del calendario:
· Día 13: enero, febrero, abril,
junio, agosto, septiembre, noviembre y diciembre.
· Día 15: marzo, mayo, julio y
octubre.
Los idus eran considerados como
días favorables o de buen augurio. No fue así para Julio César. Los idus de marzo, o Idus Martiae, eran los primeros del año, ya que en el calendario romano marzo era el primer mes del año).
Julio César
Mucho se podría escribir acerca
de Cayo Julio César, pero me voy a limitar a facilitar una breve información de
ese personaje, en parte porque creo que es de sobra conocido, y por otro lado
porque no es el tema que nos atañe.
Nacido el 12 de julio del 100
a.C. En el 69 a.C es elegido cuestor y en el 65 a.C edil curul. En el 64 a.C
asume el cargo de gobernador de Hispania y un año más tarde forma el Primer Triunvirato
junto a Craso y Pompeyo. Es elegido cónsul en el 59 a.C y al año siguiente
gobernador de la Galia. En el 49 a.C, Julio César controlaba la península
itálica e Hispania, convirtiéndose en dictador hasta el 48 a.C, año en el que
sería nombrado cónsul. Fue a Egipto, donde puso a Cleopatra como reina. En el
47 a.C ocupó Asia Menor y regresó a Roma. Además de cónsul, César tenía el
poder religioso del Estado y poseía el
mando de todos los ejércitos. Tuvo varios matrimonios, todos ellos sin
descendencia. César nombró sucesor a su sobrino nieto, Octavio, que se
convertiría en el primer Emperador de Roma con el nombre de Augusto.
Conspiración para matar a César
Todo fue un complot organizado
por algunos senadores. Los motivos exactos no están del todo claros a
día de hoy, y es un tema que sigue generando debate. No obstante, parece ser
que hay un consenso en las razones más probables que llevaron a Marco Junio Bruto,
Cayo Casio Longino y Servilio Casca, entre
otros, a elaborar un plan macabro contra su líder: el descontento hacia la
política de César y el temor a la abolición de la República, por la teoría de
que este planeaba convertirse en rey.
Tras varias reuniones
clandestinas, los conspiradores fueron trazando su maquinación. Darían muerte a
César en los idus de marzo, el días 15 de ese mes, cuando accediera al Senado.
Así se conseguiría que no pareciera un asesinato planeado, sino más bien un acto
de salvación de la patria.
El 15 de marzo, como estaba planeado,
los senadores convocaron a César, haciéndole acudir al Foro para leerle una
petición. Cuando Julio César accedía al Teatro de Pompeyo, donde se reunía la curia, los
conspiradores le apartaron a una habitación donde encontró su muerte. Cuentan Eutropio y Suetonio, que el dictador recibió 23 puñaladas, y en el
magnicidio participaron unos 60 senadores.
Vaticinio de la muerte de Julio César
Según afirma el historiador
griego Plutarco, Julio César había sido advertido, haciendo caso omiso de la advertencia:
Lo que es más extraordinario aún es que un vidente le había advertido
del grave peligro que le amenazaba en los idus de marzo, y ese día cuando iba
al Senado, Julio César encontró al vidente y riendo le dijo: «Los idus de marzo
ya han llegado»; a lo que el vidente contestó compasivamente: «Sí, pero aún no
han acabado».
Plutarco
Una leyenda cuenta que su esposa,
Calpurnia, soñó la noche anterior con un terrible presagio. Quiso convencer a
César de que se quedara en casa, pero este respondió: “Sólo se debe temer al
miedo”. También se dice que antes de que Julio César entrara en el senado,
donde seria asesinado, Marco Antonio le entregó un pergamino donde aparecían
los nombres de los conspiradores que iba a darle muerte. Según esa historia,
César no tuvo tiempo de leerlo.
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